RIGIDEZ
A Brisi, como a todo el mundo, la realidad le provocaba muchas sensaciones. Esas sensaciones terminaban muchas veces en pensamientos complejos. Esas complejas percepciones eran difíciles de explicar. Cuando empezó a desarrollar esta costumbre era inconciente de que eso le sucedía. Pero tempranamente empezó a ser conciente de sus complejas percepciones. Las quería explicar para que los otros pudieran comprenderlas pues sus percepciones
eran parte de su realidad. Quería comunicarlas.
Fue ahí cuando se dio cuenta de su dificultad. Nunca lo lograba porque se perdía en el intento de reconstruir el camino que había recorrido su cabeza para llegar a tales conclusiones. Se terminaba agotando en todos los intentos y poco a poco fué dejando de plasmar sus pensamientos. Ya no quería comunicarlos porque le daba demasiado trabajo. Tenía que guardar su energía para captar la realidad.
Brisi estaba en su cuarto de niña. Se recostó sobre la cama con acolchado celeste de nubes. El acolchado era muy lindo. Calzaba perfecto en la cama porque tenia un reborde del mismo tamaño del reborde del colchón. Brisi conocía muy bien el reborde del colchón. Es lo que solía tamborilear mientras trataba de dormirse. Los rebordes del colchón le daban una sensación extraña en las yemas de los dedos. Extraña porque aún no entiende por qué eso la tranquilizaba y la sigue tranquilizando. Podría traducirse a la sensación que se tiene cuando uno aprieta los globitos de nailon en los que vienen envueltos los electrodomésticos. De todos modos seguiría siendo imprecisa en el intento por describir los motivos de estos hábitos.
La pared del cuarto tambien era tan linda como la colcha porque tenía un empapelado de florcitas rosadas y celestes bien chiquitas. Mientras estaba recostada en la colcha el empapelado la hipnotizó y quedó con la mirada fija por el tiempo en el que se suceden unos cuantos pensamientos. En el primer pensamiento la pared se volvió invisible. En el segundo, como la pared era invisible, logró "ver" a Leopoldo y Mariela haciendo sus tareas en el hogar. En el tercero se dio cuenta que ella formaba parte de Leopoldo y Mariela porque estaba siendo ellos. Logró sentir las sensaciones que ellos tuvieron en ese momento y por eso supo comprender que Leopoldo estaba ordenando unos cajones de herramientas y que Mariela cocinaba. Los entendió a pesar de no verlos.
De repente la pared se volvió maciza como lo es siempre. Brisi se deshinoptizó naturalmente e inconcientemente se incorporó a hacer algo que la distrajera de sus pensamientos. Probablemente haya tomado algun cuaderno de clase para teminar algun deber. Eso la hacía conectarse con la realidad. Cumplir correctamente con los deberes le permitía sentir que había algo que salía de su cabeza que le generaba una buena sensación a los demás. Se sentía mínimamente comprendida y lograba plasmar un poquito de pensamiento en una superficie que luego era leída por algun escritor de sobresalientes.
Adoraba los sobresalientes. La dejaban bien contenta.
Hizo sus deberes y fue a ver a su mamá que estaba en la cocina. Se quedó parada frente a ella y como le solía pasar cuando su mamá estaba haciendo alguna tarea con sus manos, recordó la reciente percepción, la de sus vecinos Leopoldo y Mariela, y le preguntó si entendía por qué ella era Brisi, tenía los ojos de Brisi, las orejas de Brisi, la boca de Brisi, el pelo de Brisi y todos los elementos que componían a Brisi tal cual ella era y no podía suceder por ejemplo que ella fuera Brisi con los ojos de Mariela y las manos de Leopoldo.
Su mamá ante el disparate del planteo reaccionó normalmente diciendo que no entendía porque ella había llegado a tal pensamiento. Brisi no supo explicar la razón de ese pensamiento ya que venía de una serie de sensaciones que no pudo describir en ese momento. Ese día se frustró. No pudo comunicar nada y dejó su pensamiento guardado
hasta hoy.
Hoy Brisi puede darse cuenta que lo que le pasaba de niña es que no podía entender la rigidez de la realidad.